Este sépimo ejemplar es un libro fugaz de una única jornada de duración donde se acoge todos aquellos Poemas de Juventud que he podido rescatar hasta la fecha. Evidentemente, se trata de dejar constancia de esa escritura que me ha acompañado desde la niñez.
En todo momento, este Libro_Blog quedará abierto a la nueva incorporación de esos otros textos poéticos de diversa versificación que aún ocupan espacios recónditos en no se sabe dónde.
Gracias a mi gente lectora por seguirme en esta aventura literaria.
12 de Julio de 2020.
José Mateo Angulo García.
***
"Este libro está dedicado a quienes, como yo, celebran la vida todos los días."
Mis ojos disfrutan de lunas plenas
que irradian la luz del sol rebotada
y en la vida se quedan agotadas
las almas de muchas personas buenas.
En intríngulis de voces serenas
se sacian de paz y miel reposada
las bocas dúctiles y azucaradas
que, con palabras, rompen las cadenas.
Hay bocas silenciosas, - que se rayan -,
que se resienten callos en las manos
y en el dolor de su silencio estallan.
Y hay bocas valientes, - que nunca callan -,
que defienden los derechos humanos
donde pisan,... vayan a donde vayan.
***
Soneto Acumulado 394. DESNÚDAME EN TU ABRIGO
Quiéreme. Invítame a viajar contigo.
Cógeme de la mano. Acaríciame.
Orbítame en tus ojos. Desquíciame
y cómeme. Desnúdame en tu abrigo.
Regálame el fruto fresco de amigo.
Bésame como a un hermano. Atáviame.
Libérame en tus dedos. Levítame
y abrázame. Enséñame a estar contigo.
Hay silabas que se esconden perdidas,
versos de amor y fábulas altivas
que cada noche, en tu voz, me cautivan.
Hay músicas que se envuelven en vidas,
besos de amor que en mi boca cultivas
y... llamas de pasión... que me reavivan.
***
Soneto Acumulado 395. SIN ORDEN NI CRONOLOGÍA
Aguas claras que se enredan en playas
y aposentos de burbujas de espumas
que por un resquicio de olas se esfuman
en la quiescencia de jóvenes mayas.
En ventiscas turbulentas me hayas
y de efímeros castillos me abrumas
con las palas de esos niños que acunan
la arena donde ellos dibujan rayas.
Te vas sin orden ni cronología
mientras que trabaja la laboriosa
artera en el pan nuestro de cada día.
Por propia voluntad te seguiría
con la majestad libre y tediosa
que altera (todo) lo nuestro y (nos) trae la alegría.
***
Soneto Acumulado 396. RESILIENCIA INSIPIENTE
Con arte de persuadir, - persuasivo -,
has hecho, - de mí -, "vida itinerante";
y, aunque nunca fuiste beligerante,
conmigo sí que te has vuelto algo esquivo.
Insipiente es no saber el motivo
o desconocer el vértice errante
de otro subjetivo abrazo de amante
con fuerza centrífuga de tiovivo.
A veces cometí mucha imprudencia,
- al parecerte de sexo salido -,
por puro instinto de supervivencia.
Por no mostrar que estaba desvalido,
repuse, - en mí -, virtud y resiliencia
cada vez que me sentía abatido.
***
Soneto Acumulado 397. VERSOS SEGLARES
Entablo un diálogo conmigo mismo,
- sin perfección, sin ritmo ni técnica -,
sobre los avatares del abismo
afónico - de voz y fonética -.
Recito versátil el espejismo,
- sin emoción, sin rima ni métrica -,
de versos seglares o vanguardismo
eufórico - de vida y poética -.
Por selección natural y experiencia
nadie escapa a la singular polémica
en su lucha por la existencia.
A ojos de todos queda la evidencia
del parpadeo en mente mimética
del visor interno de la conciencia.
*** Soneto Acumulado 398. BAILE EXTRAVAGANTE
Etérea fragancia donde promuevo
la ecuación continua o paramétrica
que disuade a todo de su estética
y eclosión de amor donde me renuevo.
Estéreo sonido en que me conmuevo
con acordes de nota periférica
en pentagramas de arpegio y métrica
del baile extravagante en que me muevo.
En tu entrepierna, a foco claroscuro,
tarareo canciones sin sentido
mientras, sensualmente, de sexo, te jactas.
En cerne y eternidad de bosque puro
bosquejo, - de emociones -, - discernido -,
tus melodías de amor estupefactas.
***
Soneto Acumulado 399. CLASES MAGISTRALES
Eres mi muso de pasión resuelta
sin agravio comparativo en horas
de odas en que mi libido atesoras
en días en los que doy rienda suelta
a mi desnuda amnesia disuelta
en artificios de mates y auroras
donde lo más sutil son las demoras
de años de estadística en mi alma envuelta.
Con todo el coraje anudado al pecho
vamos acrecentando la desidia
de clases magistrales de provecho
donde enfocamos el gálibo estrecho
de amistad patente que causa envidia
en todos los escritos que hemos hecho.
Mis dos Facultades, Matemáticas y Estadística, en la Universidad de Sevilla. Varios años estuve asistiendo a clases magistrales presenciales de lo que realmente me gustaba estudiar.
***
Soneto Acumulado 400. DIVERSO Y VISIBLE
En los días que te canto con encanto
cantan los pájaros de la floresta
y en sus trinos me hago mi propia fiesta
en el gorjeo dulce que amamanto.
En tu espera contento me levanto
con la constelación gentil de gesta
sin saber por qué mi máxima es ésta
y sin saber por qué te quiero tanto.
Quizás un alma, con el que colindo,
sea mi alma gemela o sea el viril ente
con el que viva futuro y presente.
¡Madre, no deshagas mi sueño lindo!.
Me he descubierto y siento diferente...
... pero amo igual... que el resto de la gente.
Año 2020 VS Año 1992
José Mateo Angulo García
(Hasta aquí la selección de Sonetos Acumulados que he hecho para este libro)
I
Se confunde en la guitarra
la pena con la alegría
y en las cuerdas de un violín
nacen nuevas melodías.
II
Un soniquete de palmas
y el gemido de un piano
son como la vida misma
que se escapan de las manos.
III
De trombón y clarinete
son los tempos de lo sabios
y tú, flauta, no eres nadie
sin el roce de unos labios.
IV Tamboril que suena al alba
y órgano, -en su melodía -,
que, acompasado, va y viene
del bajo y la batería.
Estribillo
Hasta en las nubes que pasan
o en el estruendo de un rayo
va la música en el cielo,
...en el trote de un caballo
o en el trino de un jilguero.
***
Sevillanas Nº 3. SONATA CUATRO ESTACIONES
I
Rondando por las esquinas
sonata de primavera;
mil puñaladas de amores
en un caos de corazones
cuando la sangre se altera.
II
Iluminando en la aurora,
sonata y luz de verano;
rubias arenas de playa
y un rayo de sol que calla
las caricias de tus manos.
III
Sonata triste de otoño,
pisadas de hojas caídas
que se hicieron inmortales
entre lágrimas y sales
la noche de tu partida.
IV
El llanto crece en las nubes,
sonata y lluvia de invierno;
el mar está embravecido
porque sabes que te has ido
dejándome en este infierno.
Estribillo
Y atrás quedará,
en el pensamiento,
el libre albedrío;
y, en las cuatro estaciones,
nuestro amor amorío.
***
Sevillanas Nº 4. PARA SOÑAR DESPIERTO
I
Bajaba la luna llena
a decir cuánto lo siente
y mis cantares de arena,
en una noche serena,
me dicen que no me inquiete.
II
Se iba el agua del olvido
arrastrada en la corriente,
dejando atrás un sonido
del goteo que se ha dormido
en las arquetas del puente.
III
Caballo con furia vuela
por el pedregal de siempre
y bebiendo se consuela
del dolor de las espuelas
que le están dando la muerte.
IV
En la maleza me siento
y entre la hierba silvestre,
con el silbido del viento,
se van perdiendo en el tiempo
los recuerdos de mi mente.
Estribillo
Y así, con tanto acierto,
mi corazón, que vuela,
de par en par abierto
y en el alma se me cuela
para soñar despierto.
***
Sevillanas Nº 5. MOCEDAD DEL TIEMPO
I
La mocedad del tiempo
me ha llenado de nostalgia
y ahora quisiera saber
por qué de amor me contagia.
II
La lumbre del manantial
se acurruca en la montaña
y el canto de un ruiseñor
con el alba me acompaña.
III
A la sombra de un sombrajo
me desperté bajo cañas
y un colmado de alegría
se me metió en las entrañas.
IV
El polvo de alguna estrella
se ha posado en mi ventana
que vino para alertarme
de una nueva madrugada.
Estribillo
Y en mi garganta
reposa un nuevo canto
que, dependiendo del día,
unas veces es tristeza
y otras veces... alegría.
***
Sevillanas Nº 6. MI YEGUA
I
Se pierde en la lejanía
y el sol con la mar se besa... ;
que la luna se platea
mientras mi yegua patea
los campos de la dehesa.
II
En el remanso del río
se funde el cielo a la tierra... ;
que se pierde el horizonte,
mi yegua sube a los montes
por los caminos de piedras.
III
Huyendo al eco del valle
se pierde por la maleza... ;
que en los grises olivares
ya se escuchan sus cantares
cuando mi yegua regresa.
IV
Se pierde en la serranía,
viene a mí cuando la llamo... ;
galopa de algarabía
y relincha de alegría
abriendo surco en el llano.
Estribillo
Y cuando se cae la tarde,
mi yegua viene a la charca
para esperar a su potro
que se perdió galopando
por los arbustos del coto.
***
Sevillanas Nº 7. BAJO EL SOL DE ANDALUCÍA
I
Desde Cazorla a Sanlucar,
río abajo en la corriente...
de sus campos ondulados,
pueblos blancos, buena gente,
los suspiros de Granada, Málaga la adolescente.
II
Mirador de miradores,
balcónde la tierra mía...
de olivares de Jaén
y Huelva en la serranía
donde huele a bandolero
preso de su valentía.
III
Una puesta de sol larga
en Almería me espera...
los ruiseñores del alba
van de quimera en quimera
porque la tarde se alarga
si en Sevilla es primavera.
IV
Ya no puedo detenerme
en Córdoba, ¿en qué otro lado?...
ya no se agota la esencia
de un Cádiz -de enamorados-
que pinta para sus playas
arroyos y acantilados.
Estribillo
Mi bandera se abre al vuelo
abrazando en un te quiero
el fervor y la alegría
de esas tardes que venero
bajo el sol de Andalucía.
***
Sevillanas Nº 8. APRENDIZ DE LA VIDA
I
He tropezado en la piedra
donde duerme la mentira
y he despertado en la arena
cansado y lleno de ira.
II
En el fuego ardió mi mano
al intentar ir deprisa
y me traicionó un hermano
cuando le di mi sonrisa.
III
A la luna le he contado
a lo que mi sueño aspira;
y es tan sabia... ha contestado:
¡nunca se sabe en la vida!.
IV
Tan sólo una luna llena
viene cargada de risas;
plato colmado de pena
y alegrías,... las precisas.
Estribillo
El tiempo lo dirá luego...,
siendo aprendiz de la vida,
se irán pasando los días,
como las noches de invierno:
largas, oscuras y frías.
***
Sevillanas Nº 9. EN TUS ARENAS, DOÑANA.
I
Pajareras, Matas Gordas,
Marismilla, Santaolalla
y Los Lucios del Membrillo,
donde aprendí de chiquillo
los secretos de Doñana.
II
Un sendero hay en las nubes
para dar paso a la aves
y, volando a ras del cielo,
las bubillas y flamencos,
patos y garzas reales.
III
Ya regresaron las aguas
y se escondieron los lucios...
lejos de los pastizales,
junto al armajo y taraje,
crecen la nea y el junco.
IV
Por los LLanos de Velázquez
un toro avanza despacio,
mientras beben, a destiempo,
los jabalíes y ciervos
que se acercan a Palacio.
Estribillo
El viento siempre en la rama,
el agua siempre en el río
y, entre el ayer y el mañana,
yo siempre estaré perdido
en tus arenas... Doñana.
****
Sevillanas Nº 10. TAL VEZ MAÑANA
I
Tal vez mañana,...
si el silencio nos acoge
y en el tiempo nos queremos.
Tal vez mañana,...
una flor que se deshoje,
con el sí nos buscaremos.
II
Tal vez mañana,...
si te recuerdo en la noche
tan radiante de alegría.
Tal vez mañana,..
si no piensas en reproches,
con más amor te amaría.
III
Tal vez mañana,...
si seguimos siendo amigos
y en la pasión queda fuego.
Tal vez mañana,...
si encontramos el motivo,
empezaremos de nuevo.
IV
Tal vez mañana,..
al cabo de tantos años
podré mirarte a la cara.
Tal vez mañana,...
olviden los desengaños
nuestras almas abrazadas.
Estribillo
Tal vez mañana,...
te miraré a los ojos,
te besaré -mi vida-
porque lo intentaré todo
antes de la despedida.
Nunca ha de acabar la historia
mientras haya un compromiso.
***
ESTAMOS A SOLAS
El amanecer dorado del día siguiente al de hoy
será, como poco, heraldo negro que embiste a la muerte.
Con una palmada en el hombro,
giras la tez y vuelves la espalda para mirarme a los ojos:
crepitaciones bélicas arden delante del fuego.
Ya no soy consciente del tiempo,
sino esfinge solitaria que corre para parar luego.
La última sonrisa ejercita la labor diaria
de saber que pronto amanecerá en la niebla.
Callados, dormitan los frágiles naviegos del hastío
y en el valle me hacen pellas los surcos alados del río.
Tiempo atrapado en el muro,
deleite saturado de heridas,
portavoz de un dios endiablado,
collares de fortunas perdidas
o fastidio creciente que se hace inerte.
Y en el fondo, tras el largo camino,
se encuentra otra vida, ... se encuentra la muerte ...,
se encuentra escondida la mar de la suerte.
Semblante equidistante que me vas alejando de mí,
murmullo salobre de amargo quejido en las olas,
desdén quebrajado que luego me irá atando a ti
y mustia sonrisa que nos empuja a quedarnos a solas.
***
DESPERTARES UTÓPICOS
Utópicos
que hacen hincapié en la bobada
que, en la lucha, unidos todos,
le dan importancia a nada
para quitársela siempre a todo.
Despertares,
caminos y surcos de hiedra,
atajos que acortan fronteras
y el amor que despierta a las piedras,...
¡ése,... que nunca se muera!.
Soñadores,
imágenes de una mente inspirada,
a fuer de tanta valentía
un sueño es como una mirada
a la luz de un nuevo día.
***
MIRADA DE ANCIANA
A mi abuela Carmen Costales Lama
¡Qué asombrosa mirada
de anciana!,
¡cuánta sabiduría encierra
esta mañana!.
Se duerme y ríe, mirando
a la ventana,
esperando que llegue algún hijo
esta semana.
Los balcones afloran
la llegada
de las golondrinas
y, apegada
a su destino, espera
la madrugada
de otra historia que contar...
de otra mirada.
Y se bate en duelo
con las ganas
de hacer lo que hizo
estando sana.
Se duerme y ríe, mirando
a la ventana... .
¡Qué asombrosa mirada
de anciana!.
***
PARA NAVEGAR
Para navegar me abstengo
de llevar velas gigantes.
Prefiero llevar los remos
y remar como los viejos amantes.
Me adhiero al río con cautela
y miro su sonrisa infame.
Quiero ser el amor de quien me espera
y el amor de quien sólo a mí me ame.
Vuelo en sueños a su mente
y despierto sus ansias carnales,
me convierto en un ser ausente
que en el amor no tiene rivales.
En todas las visiones observo
que aún me llama incansable;
pero su voz se anega en el eco
y todo parece irrazonable.
***
100% EXISTENCIAL
Empezaré por barrer la casa
y quitar estas telarañas
que me han distraído
durante un tiempo... .
¡ Ahí fuera hay mucha vida
por descubrir
y muchas cosas
por las que luchar !.
Observo el lento paisaje
que voy a tocar con la mano.
Me levanto, al fin, temprano,
para sacar algún traje
de pintor del equipaje.
Paso haciendo silencio
y tu amor yo lo presencio;
mi pincel tanto se asombra
que en otro paisaje, en sombra,
todo lo de ti evidencio.
***
Décima LXII. ESTIRPE AVENTURERA
Como pájaro en reclamo
soy de estirpe aventurera
y, por ser de esta manera,
soy digno de amar lo que amo
y del nombre que me llamo.
La verdad es bien sabida
por todos en esta vida;
la verdad no se consume.
La verdad sólo se asume
como la razón querida.
***
Décima LXIII. DEAMBULO POR TU CUERPO
Cada noche, en cada poro
de la luna, voy sonámbulo
de un lado a otro y deambulo
por tu cuerpo en sueños. Foro
de romanos y hasta un coro
celestial buscan el mar
donde poder derramar
las lágrimas de una estrella.
El alcohol de esta botella
me invita al goce de amar.
***
Décima LXIV. CARICIAS
En la cumbre, donde naces,
del río, busco las llamas
del sol. Quedan en las camas
las caricias que allí me haces
y otra vez creo que renaces
en la alta cumbre del río... .
En las llamas ya no hay frío
y en los campos no hay praderas,
ni en los sueños hay quimeras... ;
... y un par..., ... ¡nunca será un trío!.
***
Décima LXV. LLORANDO DE ALEGRÍA
A compás de dulce estío
en los meandros se remonta
y con sencillez afronta
la llegada del navío
balanceándose en el río.
Vaga triste y desepera.
Al verlo, por vez primera,
en un yunque de la ría
llorando está, - de alegría -,
porque ya acabó su espera.
***
Décima LXVI. VUELTA A CASA
Emprendo la vuelta a casa
desde ningún otro sitio.
En toneladas de litio
parezco envuelto. No pasa
el tiempo. Pero me abrasa
el momento que rescato
cuando ya no queda un dato
para huir más aprisa.
Escucho mi propia risa
mientras que al tiempo no mato.
***
Décima LXVII. AIRE QUE NO RESPIRA
Se me ha quedado escondido
un aire que no respira
más allá del fuego y la ira... .
¡ Que, por tí, hasta he recorrido
esos lugares perdidos
en las fronteras lejanas !.
Y en las tardes soberanas
yo salgo siempre a tu encuentro
esperando verte dentro
de los hilos de mis sábanas.
***
Décima LXVIII. ECUESTRES GOLONDRINAS
El viento transcurre seco
sobre las ramas silvestres
de los pinsapos. Ecuestres
golondrinas abren hueco
en la neblina; hasta un fleco
de las neas se desliza,
juguetón, en la caliza.
... Y en mi pueblo, en las paredes,
queda escrito que me quieres
por el blanco de una tiza.
***
Décima LXIX. HOJAS Y NIEVE
Ya no cesan de vibrar
en el campo los arbustos
ni los tiempos son tan justos
como antaño. Han de librar
el peldaño y calibrar
la caída de las hojas
que en el césped se hacen rojas.
El invierno llega luego.
Son tus muñecos de juego
y nieves que desalojas.
***
Décimas LXX, LXXI y LXXII.
AMANECER
La luz del amanecer
tengo sembrada en el alma
y ese estampido del alba
que empuja al sol a crecer.
La luna, al desvanecer,
duerme en la alforja del día
y revienta de alegría
en el umbral mañanero.
Con un beso y un te quiero
se pierde en la lejanía.
ATARDECER
Allá se caerá la tarde
que se duerme ensimismada,
perdida en un cuento de hadas
cabalgando en el sol que arde.
Por ser mujer, hace alarde
de una noche pasajera;
por ser mujer, se libera
de una puesta de sol larga.
Pero la tarde se alarga
porque ya es de primavera.
ANOCHECER
Se cubre el atardecer
de ardiente soberanía
y la noche se hace fría.
... La luna empieza a crecer... .
Parece un acontecer,
cada día distinto,
que en ese rosado tinto
tan bello de contemplar,
no encuentro en ese ejemplar
razón de ser, sino instinto.
***
DÉCIMAS ENVEJECIDAS (LXXIII, LXXiV y LXXV).
Una nube que se marcha
por el entramado cielo
derrama el agua en el hielo
que se ha fundido en la escarcha.
Las rocas se van de marcha
desterradas del ocaso:
¿por qué se han marchado, acaso,
si no han caído al vacío?.
... Mi vida vuelve al hastío
y envejezco paso a paso.
Se colma el vino en el vaso
y miro fijo a la estrella
fugaz. Esta noche bella
ha derrumbado al ocaso
y presiento estar de paso
en la vida. Llega el frío
y mil gotas de rocío
ya me arropan y me besan.
Pero los años me pesan
porque lloro más que río.
LLegan indicios de paz
al altozano de mi alma
y un repiquete de palmas
abre un sendero en la faz
del cielo. Como taz a taz
de los otros tiempos me siento
y, al instante, presiento
la herida que se vierte
en bocanadas de muerte
que soplan igual que el viento.
***
DÉCIMAS DE AMOR (LXXVI, LXXVII Y LXXVIII).
Me llega un soplo de viento
nocturno al fondo del alma... .
La mar y todo está en clama.
Sólamente yo presiento,
quedándome sin aliento,
las mil gotas de rocío
que mojan mi rostro frío.
Nadie sabrá que has estado
aquí. Ni me has olvidado
ni yo ampoco amor mío.
... Tu perfil sobre una nube ... .
La flor crece en el álamo
y el sol duerme en el páramo.
Al cielo remonta y sube
nuestro amor sobre otra nube;
al cielo sube y remonta
una alegre ilusión tonta
que ya juntos nos descubre.
Así la bondad nos cubre
y el amor mejor se afronta.
Las flores tornasoladas
de amarillo, la campestre
arbolada y la silvestre
amapola, desoladas
praderas y las aladas
montañas del valle azul,
metros de vela de tul
que arrastran a mi barca
y, en el fondo de la charca,
tu cara... . ¡ Sí,... allí estás tú !.