Soneto Acumulado 380. AL LOCO DE PLATERO
Cenizas esparcidas en el suelo
Cenizas esparcidas en el suelo
y escándalo de niños que le gritan
al loco de Platero, que se agitan
diciendo: -¡El lo..co!, ¡El lo..co!-. No hay vuelo
sublime que, al sombrero negro, en duelo,
lo haga aún más breve. No remitan
entrecortados gritos, ¡que le irritan!,
y dejadlo correr con su consuelo.
Me gusta defender a todo loco
que estan digno de serlo; tal vez porque
no lo sea o me esté volviendo poco
a poco en otro loco. Lo que toco,
lo que sé, sin saber porqué, es porque
quiero ser al que griten ¡lo..co!, ¡lo..co!,... .
José Mateo Angulo García.
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